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Martes de Mierda Lili Cuc

Martes de Mierda - Lili Cuca

Fecha: Noviembre 2015

Invitado: Lili Cuca

Cronista: Alba Luna

Fotografìa: Colectivo Nómada

Lugar: Oficina ERDC, Quito-Ecuador

"Llego al espacio de Martes de mierda, un lugar en el que un grupo de jóvenes se junta frecuentemente para retratar la realidad de otra forma, desde un punto de vista anormal. El ambiente está cargado, la energía es densa, la sala se divide rápidamente en grupos cerrados que parecen conocerse. A primera vista el grupo me parece bastante elitista e intelectual.

 

Nos sentamos en un círculo. Esta vez toca entrevistar a Lili Cuca, una dibujante callejera, que aprovechando que estaba en Quito para el Warmi Paint, no dudaron en invitarla para desnudarla mentalmente. Y es que Martes de mierda es eso, un evento en el que insisten con varias preguntas lanzadas a la “víctima” en sacar todo lo que lleva dentro. Demasiado pronto a mi parecer, se inicia el tema político. Se pregunta si sus trabajos están relacionados con algún tipo de ideología política a lo que ella contesta, de forma muy diplomática, que su arte nunca va de la mano con la política.

 

El entrevistador seguirá insistiendo. El grupo nace desde la inseguridad humana, esa que en este caso, nos puede llevar a estimular el arte y a compartirlo con el mundo. El evento tiene como fin buscarse a uno mismo en la inseguridad de cada uno. Y vaya que si se hacen notar las inseguridades…

 

Pronto la gente empieza a entrar en el debate y a lanzar preguntas desde sus propias inseguridades, desde su desconfianza y, permítanme decirlo, desde la arrogancia. La sala se carga de preguntas vacías o que vuelven al mismo tema, una y otra vez, cuando ya se han respondido. Huyen de un sistema para acabar creando otro. Yo me pregunto, ¿no acabamos perteneciendo a un sistema aunque huyamos de él desde el principio? ¿No acabamos creando otro sistema elitista en el que solo hay cabida para unos cuantos? Ahí viene el marcado papel de la sociedad, en la que unos alaban y otros juzgan el arte callejero.

 

Se sataniza el arte a nivel político, el espacio público se convierte en uno dictatorial y al gusto del que mande en ese momento. Los valores se dejan de lado para ensalzar el orgullo. Llega un punto en el que se crea en la sala una discusión en torno a las convicciones y los valores del artista. Se critica desde un punto de vista casi ciego, el hecho de que Lili no “se venda” a determinadas marcas por sus valores. Me parece, desde este punto de vista objetivo en el que observo el partido de tenis en el que lanzan pelotas desde un solo lado, que no se han informado antes sobre el trabajo de Lili. Me parece que critican por criticar, dan vueltas a un mismo tema como queriendo sacarle el jugo a una naranja seca. Me centro en la artista, que parece cansada con tanta pregunta e intento entender su manera de hacer las cosas. Bien creo que la mayoría nos movemos al son del arte de los demás pero Lili crea ese “son”. Ella genera un cambio en el espacio en el que crea aunque considere que el mundo no está cambiando con sus acciones. Ese es el propósito del arte, crear en aquellos que lo observan, una inquietud, una exploración a algo distinto.

 

Sin duda fui testigo de algo distinto aquella noche. ¡Gracias por la invitación! Alba Luna (www.albaluna.es)

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